Humedad por condensación Almería
La humedad por condensación en Almería a pesar de los avances en la «industria contra la humedad» y la proliferación de productos «impermeables» en la segunda mitad del siglo XX, mantener el agua fuera de los edificios sigue siendo un desafío. Nuestros ancestros entendían esto y confiaban en sistemas de drenaje y materiales transpirables para permitir que la humedad que penetraba en las estructuras se disipara. La falta de mantenimiento de estos sistemas o el uso indebido de materiales «impermeables» o «contra la humedad» puede resultar en la acumulación de humedad y problemas de humedad tanto en edificios antiguos como en edificios nuevos. Este problema se muestra claramente al comprobar el fenómeno de la condensación en los edificios.
En un sentido estricto, la «condensación» es el proceso físico mediante el cual las sustancias pasan de una fase gaseosa o de vapor a una fase líquida, generalmente debido a una disminución de la temperatura. Sin embargo, el término se utiliza comúnmente para describir el proceso por el cual la humedad en el aire se condensa en forma de finas gotas de agua en el aire o sobre una superficie relativamente más fría.
Ejemplos
Ejemplos comunes de esto incluyen la formación de nubes cuando el aire cálido y húmedo se eleva y se enfría al entrar en contacto con el aire más frío en altitudes más altas, y la niebla, que ocurre cuando el aire caliente y húmedo se enfría cerca del suelo. De manera similar, se forma rocío cuando el aire cálido y húmedo se enfría durante la noche, perdiendo calor. Ejemplos de este último incluyen el empañamiento de las ventanas de los automóviles cuando el aire cálido y húmedo en el interior se enfría en la superficie del vidrio, y el empañamiento en la superficie de un espejo cuando se exhala aire húmedo cerca de él.
El proceso
Este proceso se debe a que al reducir la temperatura del aire, se reduce la energía disponible para mantener las moléculas en movimiento, lo que permite que algunas de ellas se condensen en una fase líquida menos activa. Por otro lado, las moléculas en la fase líquida pueden ganar suficiente energía para evaporarse y volver al estado gaseoso. En cualquier momento, las moléculas están constantemente cambiando entre estas fases. La «presión de vapor parcial» describe la actividad y la energía de las moléculas en un sistema. Si la presión de vapor parcial del agua en el aire es mayor que la del líquido o la superficie adyacente, habrá un movimiento neto de agua hacia el aire, lo que resulta en evaporación. Por el contrario, si la presión de vapor parcial del aire es mayor, habrá condensación neta.
Humedad relativa
La cantidad máxima de moléculas de agua que puede contener un volumen específico de aire varía según la temperatura y la presión. Esta capacidad se ve afectada por la temperatura: aumenta con el calor y disminuye con el frío.
Cuando el aire alcanza su capacidad máxima de retener agua a una temperatura específica, se considera «saturado». La cantidad de agua en el aire a una temperatura determinada se expresa comúnmente como un porcentaje de la máxima posible a esa temperatura, conocido como «humedad relativa» (RH).
Por otro lado, existe una temperatura a la que el aire estaría saturado con la cantidad de humedad presente, y cualquier reducción adicional de la temperatura provocaría la condensación del agua, denominada «punto de rocío». La humedad relativa, aunque comúnmente medida y analizada, no proporciona información útil sin tener en cuenta la temperatura.
Debido a la complejidad de los factores que influyen en la condensación, los especialistas en humedad utilizan tablas o gráficos psicrométricos para comprender la relación entre la humedad del aire, la temperatura, la presión de vapor, el punto de rocío y la «entalpía» específica, que representa la energía disponible en el sistema.
En la practica….
En la práctica, puede resultar confuso incluso para especialistas con formación científica.
No obstante, al considerar el movimiento de la humedad y la condensación en los edificios, existen algunas reglas generales simples que son útiles para la mayoría de los propósitos prácticos.
En primer lugar, podemos considerar que la humedad tiende a desplazarse de áreas o estructuras relativamente húmedas hacia áreas o estructuras relativamente secas, así como de áreas relativamente cálidas hacia áreas relativamente frías dentro de los edificios.
En segundo lugar, suele ser suficiente determinar y tener en cuenta el punto de rocío del aire y la temperatura probable del tejido para identificar los posibles lugares donde pueda ocurrir la condensación. También es importante tener en cuenta que este proceso es dinámico, con fluctuaciones continuas en la temperatura y la humedad del aire como resultado de cambios anuales y diurnos, así como de la calefacción y ventilación locales.
Debido a estas variaciones, es necesario monitorear la temperatura y la humedad del aire a lo largo del tiempo y en múltiples lugares representativos para determinar si hay una condensación neta. Por esta razón, la práctica común de basarse únicamente en lecturas individuales de porcentajes de humedad relativa suele ser confusa y poco útil; por lo tanto, en la mayoría de los casos es preferible concentrarse en posibles fuentes de humedad y buscar evidencia de acumulación de humedad en materiales o superficies vulnerables al investigar posibles problemas relacionados con la condensación.
Humedad por condensación en edificios de Almería
Los edificios ocupados inevitablemente acumulan humedad en el aire, debido a la exhalación de los ocupantes y actividades cotidianas como bañarse, lavar y cocinar. Además, instalaciones modernas como duchas, jacuzzis, piscinas y saunas añaden cantidades significativas de humedad. La evaporación del agua desde el exterior también contribuye, a través del drenaje del suelo y defectos en el techo y las paredes. Cuando el clima exterior es más cálido y húmedo que el interior, el aire húmedo puede infiltrarse desde afuera. La condensación ocurre cuando el aire cargado de humedad se enfría, formando agua líquida en superficies o materiales fríos dentro del edificio. Este fenómeno puede causar daños a los materiales de construcción y afectar la salud y el confort de los ocupantes.
La humedad por condensación en Almería en superficies frías
Se produce cuando el aire cálido y húmedo entra en contacto con superficies que están más frías que su punto de rocío, debido a una reducción local en el aislamiento entre el aire caliente y las áreas frías. Ejemplos comunes de este fenómeno incluyen la condensación en la base de las paredes exteriores, a menudo malinterpretada como humedad ascendente, la formación de gotas en los cristales de las ventanas, que puede causar daño a los marcos inferiores, y la acumulación de agua en la parte inferior de los techos, lo que puede acelerar la corrosión en superficies de metálicas.
La infiltración de agua en las estructuras tiende a deteriorar sus propiedades de aislamiento, creando así un «puente frío» que resulta en más condensación. Esto a menudo se observa con la penetración de agua en la base de las paredes o a través de los techos, contribuyendo a la condensación local. Además, la condensación de puente frío puede ocurrir en estructuras internas, como tanques de agua fría o unidades de refrigeración, cuando el aislamiento es insuficiente.
La humedad por condensación en Almería en superficies cálidas
Se produce cuando el aire relativamente cálido y cargado de humedad del exterior penetra en un edificio que está relativamente frío, generalmente después de un cambio de clima de frío a cálido. Este fenómeno es común en el Reino Unido durante los meses de noviembre a febrero, cuando un «frente cálido» procedente del Atlántico llega, y puede resultar en la formación de agua que corre por las paredes interiores de estructuras masivas de mampostería con poca ocupación, especialmente en las torres de iglesias o castillos, así como en estructuras subterráneas.
La humedad por condensación en Almería intersticial
Ocurre cuando aire relativamente cálido y húmedo penetra en un material o estructura permeable al vapor, como un aislamiento fibroso o una pared de ladrillos porosos. Si existe una diferencia de temperatura entre un lado, donde hace calor, y otro lado donde la temperatura está por debajo del punto de rocío, el aire cargado de humedad puede alcanzar el punto de rocío dentro del material y condensarse en forma de agua líquida. Este fenómeno se vuelve problemático cuando la difusión del vapor de humedad hacia el lado frío de la estructura está restringida y cuando el perfil de temperatura está sesgado hacia el lado relativamente cálido debido al aislamiento o la conductividad térmica de la estructura. La probabilidad de condensación en estas circunstancias puede determinarse mediante gráficos, fórmulas o software especializado, y puede ser especialmente preocupante en edificios muy aislados o con sistemas de aire acondicionado.
Esta preocupación es particularmente relevante en la conservación de edificios en entornos extremos, como en los trópicos donde los edificios suelen tener sistemas de aire acondicionado. En estas condiciones, la condensación intersticial puede convertirse en un problema significativo, especialmente considerando que las condiciones exteriores son cálidas y húmedas mientras que en el interior de la estructura son frías y secas. De manera similar, situaciones extremas pueden ocurrir en ambientes muy fríos, especialmente cuando se instalan unidades de refrigeración sin los controles de vapor adecuados o sin un aislamiento apropiado.
Control de la humedad por condensación en Almería
A lo largo de la historia, se han implementado diversas estrategias para abordar los problemas asociados con la humedad en el aire y las fluctuaciones de temperatura en los edificios. Por ejemplo, en el caso de edificaciones históricas, se diseñaban con estructuras que permitían una ventilación adecuada, especialmente en áreas como sótanos y espacios bajo el tejado. Además, se fomentaba la circulación del aire a través de chimeneas y escaleras, aprovechando el efecto de chimenea pasiva. Los materiales utilizados tradicionalmente, como la paja, el yeso de cal y las pinturas convencionales, eran porosos o permeables, lo que facilitaba la evaporación del vapor de humedad y el proceso de secado.
En el pasado, la calefacción estructural se lograba mediante métodos como el uso de fuegos o estufas ubicadas en grandes chimeneas y paredes, o más recientemente, mediante sistemas de calefacción central con agua caliente, o incluso con el hipocausto en épocas clásicas. En edificaciones más modernas, se ha recurrido al aislamiento y a la instalación de «barreras de vapor». Sin embargo, estas soluciones suelen ser imperfectas, especialmente al adaptarse a estructuras existentes, lo que puede provocar la formación de puentes fríos localizados o condensación intersticial.
De lo expuesto, se deduce que la ventilación, la calefacción y el aislamiento son factores clave para controlar la condensación en los edificios. Estos aspectos suelen requerir modificaciones cuando se enfrentan problemas de condensación en edificaciones existentes, a menudo debido a remodelaciones anteriores o cambios en el uso del espacio
Los defectos que provocan la humedad por condensación en Almería
Los errores cometidos durante la rehabilitación de edificios antiguos o durante la construcción de nuevas ampliaciones pueden desencadenar problemas de humedad debido a la condensación. A continuación, se mencionan algunos ejemplos comunes:
- Sellado de huecos alrededor de las ventanas
- Incorporación de duchas, jacuzzis, saunas o piscinas con una ventilación insuficiente, tanto a través de extractores como de ventilación pasiva.
- Instalación de lavadoras o secadoras sin la debida salida de aire al exterior.
- Extractores rotos o en mal estado en duchas o baños.
- Conductos de ventilación, extractores que desembocan en los espacios internos del edificio, en lugar de hacia el exterior.
- Zonas insuficientemente ventiladas.
- Obstrucción de conductos de humos y chimeneas existentes.
- Bloqueo de respiraderos diseñados para ventilar con aire exterior, especialmente a través de techos y cubiertas.
- Instalación de sistemas de calefacción intermitente, como los sistemas de aire caliente, que pueden generar pulsaciones de aire caliente y húmedo.
- Ventilación inadecuada en habitaciones con baja ocupación.
- Instalación de ventanas sin la opción de apertura.
- Sellado de huecos en el techo o paredes, lo que impide una ventilación adecuada.
- Obstrucción de ventanas, trampillas u otras rejillas de ventilación en sótano o subsuelo, lo que impide una ventilación adecuada.
- Utilización de aislamientos defectuosos y de «barreras de vapor» o «controles de vapor», especialmente en entornos extremadamente calientes o fríos.
Medidas correctivas para eliminar la humedad por condensación
A partir de lo mencionado anteriormente, se infiere que en la mayoría de los casos, las medidas correctivas adecuadas para controlar la humedad por condensación están estrechamente ligadas a la corrección de defectos que se hayan introducido previamente.
Idealmente, esto implica restaurar el edificio a su diseño original tanto como sea posible, utilizando los materiales y detalles originales. Sin embargo, en ocasiones esto puede resultar inviable debido a cambios en el uso del edificio o a los estilos modernos de ocupación.
Aun así, en la mayoría de los casos, es posible mitigar los problemas siguiendo las recomendaciones para edificios nuevos que se encuentran en las Normas de Construcción.
Estas pautas son especialmente útiles para especificar trabajos de reparación y brindar «tranquilidad» a organizaciones como aseguradoras de edificios, prestamistas hipotecarios y autoridades gubernamentales, como el Control de Edificios. En tales circunstancias, suele ser beneficioso buscar el asesoramiento de un especialista independiente.
Moho y eflorescencias
A medida que la temperatura del aire se aproxima al punto de rocío y la humedad relativa aumenta, pueden surgir problemas relacionados con la humedad, incluso antes de producirse la condensación.
Es posible observar moho tanto en la superficie como entre materiales, especialmente en áreas poco ventiladas, como detrás de muebles, cuadros, alfombras, armarios y rincones. Esto puede causar daños significativos en acabados decorativos e históricamente importantes, además de representar un riesgo importante para la salud, especialmente para las personas sensibles.
El crecimiento de moho entre las fibras de enseres contaminados por condensación representa un riesgo para la salud y se recomienda el uso de mascarillas adecuadas en las áreas afectadas.
Otros problemas
Las sales higroscópicas también pueden causar daños importantes, ya que absorben y liberan humedad del aire en yeso, mampostería o ladrillo afectados. Especialmente en condiciones de fluctuaciones de temperatura y humedad relativa por encima del punto de rocío. Esto puede provocar daños en la mampostería y acabados de yeso, incluso cuando la humedad relativa fluctúa alrededor del 75 por ciento o menos.
Aunque estos problemas no son causados por la condensación en el sentido convencional, pueden abordarse y gestionarse utilizando metodologías similares a las discutidas anteriormente.
Deshumificadores
En los últimos años, ha aumentado la práctica de utilizar deshumidificadores para controlar la humedad por condensación en los edificios de Almería.
Si bien estos dispositivos pueden ser efectivos en edificios desocupados, como almacenes o museos, donde la preocupación principal es la preservación del contenido más que de la estructura, su uso en edificios antiguos ocupados rara vez resultan efectivos.
Esto se debe a la dificultad para controlar adecuadamente el flujo de aire y al alto nivel de gestión y mantenimiento requerido para asegurar el funcionamiento eficiente de los deshumidificadores.
A menudo, se encuentran deshumidificadores instalados en tales circunstancias tratando de deshumidificar todo el ambiente externo, o extrayendo agua del aire para luego reciclarla en el mismo entorno que se intenta controlar.
La utilización efectiva y económica de los deshumidificadores demanda una gran experiencia técnica y un seguimiento y control a largo plazo, generalmente a cargo de especialistas independientes. Por lo tanto, siempre que sea posible, es preferible confiar en los sistemas de seguridad y la ventilación natural y la calefacción estructural de los edificios.
Conclusión para solución a la humedad por condenación en Almería
En resumen, los edificios con sus materiales y detalles originales no deberían experimentar problemas de humedad por condensación. Cuando surgen problemas debido a cambios en la ocupación o a la introducción de nuevos materiales o extensiones, estos pueden controlarse fácilmente y de manera rentable si se comprenden los mecanismos de control inherentes a la estructura original.
Las soluciones suelen implicar sistemas de ventilación pasiva y calefacción estructural.
En casos donde se incorporen nuevos materiales o se enfrenten problemas persistentes, se pueden aplicar las Normas de Construcción para resolver la mayoría de los problemas.
Es necesario realizar una evaluación completa de la estructura del edificio, los materiales y la ocupación, y es posible que se requiera un seguimiento a corto o largo plazo para garantizar la implementación de las soluciones más rentables.
Esto asegurará la conservación máxima de los materiales y detalles originales del edificio.